Saltar al contenido

Pregón 2023: Don Carlos Cabrera

Buenas noches Sra. Alcaldesa, Sra. Concejala, miembras y miembros de la Comisión de Fiestas, de la Asociación de Vecinos, Vecinos y Amigos…

Antes de comenzar quisiera felicitar a la Comisión de Fiestas por el reciente reconocimiento con la Medalla de Oro de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a su trayectoria de trabajo, tesón y buen hacer, a lo largo de más de 100 años de historia.

Un aplauso por favor…

Es todo un honor y un orgullo para mi estar hoy aquí para dar comienzo a nuestras fiestas, unas fiestas de las más familiares de Las Palmas de Gran Canaria, en donde rendimos homenaje a nuestra historia, devoción, nuestras tradiciones y nuestros valores.

Sinceramente, cuando Xili y José, en representación de la comisión de fiestas, fueron a mi casa a proponerme como pregonero de las fiestas, no sabía dónde meterme, creía que era algún tipo de broma, porque siempre he considerado el pregón como un acto de gran responsabilidad y honor, reservado a personalidades importantes como alcaldes, presidentes de instituciones, concejales o vecinos ilustres,  y esto, sumado al enrome sentido de pertenencia que tengo a este pueblo, pues siempre tengo “San Lorenzo” en boca, hizo que estuviese amilanado varias semanas.

Para que se hagan una idea de la importancia que le doy a las fiestas, desde que me llega el calendario cada año, lo primero que hago es ver como viene el mes de agosto, para ir pidiendo libre en el trabajo el día 10, esto es más importante que cuadrar los puentes, ver los festivos o programar las vacaciones. ¡Lo primero, es lo primero! Y estoy convencido de que, como yo, hay muchos aquí esta noche…

Para los que no me conocen, que habrá bastantes personas que, a bote pronto pensarán ¿Y éste quién es ahora? Me gustaría, si me lo permiten, ponerles en contexto, que seguro es de agradecer; soy nieto de Ignacito Rodríguez y Ceferinita García, el hijo mayor de Gloria y Miguel; y hermano de Patricia. Además, quiero mencionar a mi abuelo paterno, Fernando Cabrera, que pocos sabrán que vivió en San Lorenzo, antes de que mi padre naciera. Trabajó en la barbería del pueblo con Lorencito, como barbero y sacamuelas y vivió justamente en la casa de Lalita, ya luego se mudó a Guanarteme y trabajó como practicante de empresa en las fábricas de pescado, en la Fosforera y en la fábrica de tabaco Rumbo; también ejerció como practicante en el ambulatorio de la calle 29 de abril.

Llevo 40 años viviendo aquí, en la calle Marqués del muni, si MUNI, no Múnich como suelen escribir cuando me toman los datos para cualquier historia… esto siempre me ha chocado y a la vez me ha destapado la curiosidad sobre quien era este marqués y por qué es muni en lugar de la ciudad alemana de MUNICH.

Pues bien, El Marqués del muni fue D. Fernando León y Castillo, la Reina Regente María Cristina de Habsburgo se lo otorgó durante la minoría de edad del Rey Alfonso XIII. Este marquesado pertenece al territorio que fuese español, Río Muni, que no es que fuese un río, sino una Región de Guinea Ecuatorial y data del año 1900.

A la hora de hacer este pregón, me pregunté… ¿y qué les cuento yo a esta gente?, porque realmente aún estoy en edad de escuchar más que de contar, entonces, empecé a bucear en la página web de las FIESTAS DE SAN LORENZO, que, por cierto, les animo a que visiten, ya que podrán encontrar programas de fiestas del pueblo desde 1970, auténticas joyas gráficas, también está el listado de pregoneros e incluso muchos pregones en formato digital, ¡Un gran trabajo de recopilación y digitalización por parte de la comisión de fiestas!

Pues leyendo pregones anteriores, caes en la cuenta de que se ha hablado de todo, la creación de la parroquia, lo que supuso ser municipio antes de la anexión al Real de Las Palmas, se menciona también el impacto de la cantera en obras importantes de la ciudad, se reseñan casas, lugres señeros y personalidades del pueblo, al fin y al cabo, datos históricos y de contraste, que gracias a la propia página web de las fiestas, están a golpe de dedo en nuestros teléfonos.

Yo no quiero reincidir en estos temas que ya están escritos y contados, yo les voy a tratar de transmitir lo que, a mi juicio, son LAS FIESTAS DE NUESTRO PUEBLO, ya que las he vivido en distintas etapas.

Posiblemente, de jovencito, el primer indicio que tenía de que las fiestas se acercaban era el de escuchar el barullo que se formaba en la calle cuando llegaba la hora de colocar los bombillos y las banderas, solía correr a asomarme a la puerta para ver ese grupo de hombres, armados con escalera y una carrucha cargada de guirnaldas de bombillos, con Lorencín a la cabeza, Rafa, Juan Curbelo y algún refuerzo más; iban recorriendo y vistiendo el pueblo a últimas horas de la tarde, primero con bombillos y luego con sogas repletas de banderas.

Luego llegaba el Portugués, montando mis ansiados cochitos, ¿Se acuerdan cunado montaban los cochitos justo detrás del escenario? ¡O donde hoy está la farmacia!

El olor a pota  asada siempre destacó por encima del de las planchas de las cantinas de aquellos cantineros… Javier el de Tamaraceite, Pepe Perdomo, Pancho el bruto, Javier el de El Dragonal, Pepe Santana, Pepe Moreno y Carlos el Uruguayo… recuerdo el algodón de azúcar, la manzana de caramelo, los globos de helio, las cajas de turrones… no sé por qué, recuerdo muy bien la típica cámara de fotos de juguete con colores cantosos que cuando disparabas, salía un machango por delante… cosas de niños, pero son unos recuerdos que mantengo muy vivos.

Con el tiempo, llegó la época de las verbenas, que cada año, desde que llegaba el programa, lo primero que miraba era cuantas verbenas habría ese año y quién venía a tocar, lo demás, no importaba.

Ya luego Juanito, Juan Lola, empezaba a preparar el escenario y alguna que otra tarde, me vi pintando con spray macetones o colocando moquetas y sillas para la gala de la elección de la reina…

También recuerdo con cariño el torneo de futbol que se organizaba en la cancha, desde tempranito se montaba un ambientazo de colegas, que bien recuerdo que hubo un año que se nos oscureció el día de tantos equipos que se formaron.

Hoy en día, veo las fiestas como un acto de convivencia vecinal, que tienen como excusa para reunirse, actuaciones musicales, actos culturales, y cuantos se den cada noche, ¡Haya lo que haya, se viene a la plaza!; te encuentras con fulanito, aparece el nieto de menganita, que desde chico sólo viene a San Lorenzo en épocas de fiestas, te paras a hablar con la madre de algún compañero del colegio, incluso, las fiestas se convierten en punto de encuentro de amistades y conocidos que no nos vemos el resto del año, y que sólo nos vemos aquí;

También hay hueco para añorar a lo que ya no están y sabes que vivián las fiestas como nadie.

Eso es para mí, y posiblemente para muchos de los que hoy nos damos cita aquí, el auténtico significado de estas Fiestas de San Lorenzo, ¡Las nuestras!

Sin darnos cuenta las fiestas han ido evolucionando, desde las verbenas de pago con cañizo para cerrar la plaza, las carreras de cintas de antaño, la bajada de la rama, el torneo triangular de futbol 11… hasta como las conocemos hoy, con la gala Drag Queen, la verbena del solajero, la escala en HI-FI, la noche de música latina… no obstante, con cariño se está apostando por recuperar actos tradicionales, como son el animado pasacalles con Papa Huevos o la diana floreada a las 5:00 de la mañana… ¡Y eso es precioso! Recuperar actos del ayer e incluirlos entre los actos de hoy;

Pero si hay algo que es INEGOCIABLE, es la víspera de la fiesta mayor, la Gran Quema de Fuegos Artificiales, con la que hemos conseguido alcanzar el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional, poniéndonos, más si cabe, en el centro del mapa de las fiestas más importantes de Canarias, este será el segundo año que disfrutemos de este reconocimiento, pero creo que llevamos, nosotros y miles de ciudadanos más de toda la isla, disfrutando y reconociendo esta espectacular noche, como la mejor fiesta del mundo desde hace años.

Con la resaca de la víspera, pocas horas de descanso y los primeros rayos de sol, comienzan a llegar los participantes de la feria de ganado, ansiosos de presentar sus mejores ejemplares ante nuestro patrón.

Ya bien pasada la mañana y bajo el característico calor sofocante de cada 10 de agosto, llega el momento más esperado de nuestras fiestas, la procesión de San Lorenzo y Nuestra Señora del Buen Suceso.

Y digo importante porque, todos sentimos esa conexión profunda con San Lorenzo, un magnetismo tal, que parece que nuestro patrón, nos mira, nos abrazara y nos calma a su paso por las calles del pueblo, es justo en ese momento cuando te das cuenta del sentido que tienen las fiestas, la herencia del legado que nos han dejado muchas personas, de la importancia que tiene mantener viva la devoción y nuestra identidad cultural, que se remonta al siglo XVII y que, a lo largo de los años, se ha ido preservando y transmitiendo con amor y entrega a cada generación.

Así que, queridos amigos, acojamos con entusiasmo estas fiestas, llenemos cada momento de alegría y emoción, y aprovechemos esta oportunidad para fortalecer los lazos que nos unen como comunidad.

Que las risas, la música, la devoción y el amor, llenen cada rincón de nuestra plaza durante estas fiestas, disfrutemos juntos de esta celebración llena de magia y tradición.

Gracias a todos,

Bienvenidos y disfruten de estos días de júbilo,

¡Salud y felicidad para todos!

¡¡VIVA SAN LORENZO BENDITO!!

29 de julio de 2023

Carlos J. Cabrera Rodríguez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ES