Pregón Fiestas de San Lorenzo 2022
Por Dña Mercedes Sanz Dorta
Sábado 30 de julio de 2022
El día 2 de agosto de 1894 la prensa de Gran Canaria, en concreto el aún muy joven Diario de Las Palmas, daba cuenta de forma destacada como el próximo 9 de agosto comenzarían las Fiestas en Honor de San Lorenzo a las 12 de la mañana “…con repiques de campanas, lanzándose al aire multitud de cohetes voladores, y recorriendo las principales calles del pueblo una comparsa de enanos y gigantones…”, los tradicionales y acostumbrados “papahuevos”, tan usuales en muchas de las más antiguas y señeras festividades de la isla, y que entraron en Gran Canaria ya en el siglo XVI a través de los festejos que acompañaban entonces las celebraciones del Corpus Christi en Vegueta.
Las noticias sobre San Lorenzo y sus fiestas están presentes ya en la prensa grancanaria desde mitad del siglo XIX, y en ellas siempre se mencionan, de una u otra forma, los fuegos artificiales y el lanzamiento de voladores o “cohetes voladores”. Y se dejaba constancia de como “…A las ocho de la noche, después de los cultos religiosos, habrá en la plaza de San Lorenzo iluminación, paseo y música, quemándose una variedad de fuegos artificiales…”. Si, ya estaban aquí nuestros queridos y tan esperados fuegos de San Lorenzo, ya lo estaban desde mucho antes, pero el programa de actos y la prensa así lo querían recoger y destacar. San Lorenzo, su Fiestas, sus afamados fuegos estaban ya muy presentes en el imaginario identitario de toda la isla de Gran Canaria.
La isla arropaba y disfrutaba de unas Fiestas Grandes, fiestas patronales de un pueblo que llevaba siglo trabajando y esforzándose por sacarlas adelante, pues eran santo y seña del duro empeño que tuvo que poner siempre para sacar todo adelante, como lo fue también la historia de la construcción y sucesivas ampliaciones del templo parroquial y la misma consecución de su institución como Parroquia. Y esa imbricación del vecindario en la organización y patrocinio de las Fiestas se deja entrever en la misma mencionada nota de prensa, que en su comienzo ya señala textualmente como se trataba de “…el programa de las fiestas con que el Ayuntamiento, en unión de D. Antonio Hernández Montesdeoca, celebrará a su Santo Patrono…”, o sea, Fiestas institucionales, y al tiempo vecinales.
Las Fiestas de San Lorenzo que han sido siempre, como lo son hoy y estoy segura que lo serán en el futuro, pues aquí siempre hay una efectiva transmisión generacional que honra a esta comunidad vecinal y parroquial, uno de los momentos más destacados de las celebraciones y tradiciones de Gran Canaria, deben ser también, como ya se ha señalado reiteradamente y a ello se suma esta pregonera, reflejo del hondo respeto, gratitud y cariño que les dedica todo el actual vecindario de Las Palmas de Gran Canaria, que debe conocer bien y asumir como verdaderamente propia la historia, el ser y el sentir del Pueblo de San Lorenzo, y que aquí tienen una Fiesta Grande y principal de su municipio.
Querido Sr. Alcalde, autoridades y compañeros de corporación, pero también presidentes de Comisión de Fiestas y de Asociación de Vecinos, y sobre todos queridas vecinas y vecinos de San Lorenzo, señoras y señores.
¡Gracias!, Muchas gracias por la posibilidad, que es todo un honor inolvidable para mí, de estar esta noche lorentina y estival entre toda esta comunidad para anunciar, para proclamar, para pregonar, con esencia de siglos, pero con mucho eco de futuro, que las Fiestas de San Lorenzo han llegado, un año más, a este querido, vibrante y populoso Pueblo, a un vecindario vivo y pujante, que desde su histórico enclave no sólo contempla con amplitud de miras y generosidad de espíritu al resto del municipio, a la capital insular en la que se integra solidariamente, y a la que tanto ha aportado con enorme sacrificio, pero también con mucho amor.
En el marco de esa historia de encuentros y desencuentros, de afectos y de distancias, como ha sido siempre la historia del ser humano en todos los lugares del planeta, San Lorenzo ha dado un ejemplo intachable de ciudadanía, de civismo, y en ellos también aparece y reside el valor y la trascendencia más profunda de estas históricas y señeras Fiestas, de estas celebraciones que, cada año, convierten las calles del pueblo en auténticos pasillos de un hogar común, pues constituyen un símbolo vivo, una prueba palpable de esa refundación urbana y social que San Lorenzo ha tenido que afrontar y asumir fecundamente a lo largo de su historia, unas transformaciones sociales y municipales que marcaron profundamente a toda esta comunidad, que supo hacer de ellas punto de inflexión efectivo y herramienta de progreso y estímulo para su capacidad de resiliencia y de trabajo comunitario.
Así, tengan muy presentes, en esta hora pregonera, propicia también para la reflexión personal y vecinal que, si la Fiesta demuestra el grado de sabiduría de un pueblo, aquí esta sabiduría se ha mostrado a raudales a través de los siglos, a través de una y otra generación, como se apreciará de nuevo en las Fiestas de este año 2022 que esta noche comienza este pueblo pletórico de ilusiones e inquietudes.
En las solemnidades que se darán a partir de este momento, habrá multitud de actos , sin olvidar que, junto a los más pequeños del pueblo deberemos compartir juegos y actividades, pues nos rememorarán aquellas tardes luminosas de nuestra infancia, y a ellos les trasladaremos el amor y la vocación por estas Fiestas. Pero no todo serán festejos, pues habrá actos culturales y actividades artísticas, conciertos y feria. Y un año más tendremos en nuestras calles al Santo Patrono San Lorenzo que, entre repiques de campanas y voladores incansables, recorrerá el pueblo, esa casa común en la que también él vive y comparte ilusiones, esperanzas, desasosiegos. Todas y todos a su paso repetiremos con voz clara y fuerte, una y otra vez, ¡Viva San Lorenzo!, ¡Viva San Lorenzo!
Unas Fiestas en las que, tanto en su noche grande, como en la mañana sagrada del 10 de agosto, la población de todos los barrios de Las Palmas de Gran Canaria, como de los municipios limítrofes, o de
muchísimos otros lugares de toda la isla, junto con muchas personas de otras islas y de otros países que pasan aquí su temporada de descanso estival y se sienten atraídas especialmente por la luminosidad de nuestros grandiosos fuegos en mitad de la noche agosteña, se acercarán a San Lorenzo e inundarán sus calles, su plaza y sus contornos, algo que todos hemos podido comprobar año tras año, y que ahora se recuperará plenamente tras lo difíciles años que hemos atravesado por la epidemia, pero que ya se daba siglos atrás, tanto que la nota de prensa que ha servido para abrir este pregón, también resaltaba a finales del siglo XIX, y era algo que se daban ya entonces todos los años como “…La concurrencia promete ser extraordinaria instalándose también para esos días distintas fondas donde los viajeros pueden encontrar cómodo alojamiento…”
Fondas, viajeros, alojamientos, fiestas, fuegos de artificio monumentales, en un final del siglo XIX en el que parece que el turismo ya se acercaba a la historia de San Lorenzo, fuera un turismo local o foráneo, que comenzaba a instaurarse en la isla y que permitía ver a muchos viajeros por los más recónditos parajes insulares, en los festejos más tradicionales, en las actividades artísticas y culturales que entonces se daban. Así, llama la atención que en un anónimo libro de viajes por buena parte de Gran Canaria, redactado en la segunda mitad del siglo XIX, se dedique un capítulo a San Lorenzo, se destaque como “la población yace en un profundo valle rodeada de grandes montañas…” y que “…la Iglesia ye pequeña y aseada…”. Todo ello también trae a la memoria un libro, publicado en fecha tan temprana para este importante sector insular, como es “Cultura y Turismo”, del inolvidable escritor y periodista grancanario, que en más de una ocasión visitó San Lorenzo, Francisco González Díaz.
Una obra en la que señala que si Gran Canaria es una isla abierta “… a la fecundación del progreso universal y a las influencias del mundo civilizado. Como todos los pueblos marítimos tiene la ventaja de que el mar, inmensa vía por donde circula no sólo el comercio sino el humano espíritu, las ideas, le traiga en comunicación constante, de todas las horas, la cultura que han atesorado las grandes naciones.
Y esta facilidad para recoger y asimilarse el fruto de esa cultura, encontró su complemento y su desarrollo en el trabajo propio, en la labor que creara nuestro magnífico puerto de La Luz cómo una colosal abertura por donde entran impetuosas las corrientes de la civilización…” (y no olvidemos que el término municipal del antiguo Municipio de San Lorenzo llegó muy cerca de donde se construyó ese Puerto de La Luz, como que por sus carreteras pasaron una gran parte de las mercancías que se exportaban), también exponía como debía darse, y hablaba en 1910, “…en las poblaciones del interior un programa de reformas y de medios prácticos para atraer a los turistas.
Dentro de tal programa incluiríanse todos los mejoramientos y embellecimientos urbanos, todas las iniciativas que pudieran transformar a cada pueblo…” Una voz a la que, unos veinticinco años después, se sumaba la del pintor Néstor Martín Fernández de la Torre, que iniciaba una intensa campaña para recuperar los valores tradicionales, el tipismo, el arte y la cultura más propia de la isla, y que a buen seguro encontraría argumentos más que suficientes para resaltar la importancia que en ello tenía este lugar de San Lorenzo, sus antiguas fiestas y sus fuegos. Así, él mismo, en un proyecto que presentó al Ayuntamiento en 1937, poco antes de su fallecimiento, insistía en la necesidad de prestar “…especialísima atención a los problemas de revalorización insular tratando de que Canarias pueda alcanzar un futuro digno mediante la exposición y creación de sus valores, de sus tradiciones y de sus productos, cosa que facilita maravillosamente la concurrencia enorme de turismo que llega a este país…”
Unas aspiraciones antiguas que siguen siendo muy actuales; unas inquietudes y un amor a la isla y sus tradiciones, a su progreso y a su cultura, a todo lo que el turismo puede ofrecer, que ahora también veo revivido en las ilusiones, las inquietudes, la voluntad férrea de luchar por la salvaguarda de sus tradiciones y costumbres, por hacer de ellas bandera identitaria y valores para sectores como el turismo, de las gentes de este Pueblo de San Lorenzo, de su Comisión de Fiestas, de sus Asociaciones de Vecinos y Culturales, y esto no sólo les engrandece, sino que es la verdadera sustancia que permite que estas sigan siendo Fiestas Grandes que enaltecen a todo el municipio y dignifican a Gran Canaria.
Y aquí aparece la maravillosa noticia que hemos acogido recientemente con enorme alegría y satisfacción, la de la declaración de los Fuegos de San Lorenzo como Fiesta de Interés Turístico Regional, que además vienen a reconocer el calado enorme de estas Fiestas que comienzan esta noche y que son Fiestas grandes de Las Palmas de Gran Canaria.
Y como ya se ha señalado textualmente en el estudio que avala la concesión de tan alta distinción, “…la costumbre de plagar los momentos festivos de luminarias y fuegos llegó pronto a las islas. Ya en el siglo XVIII se hizo muy popular el uso de cohetes, luego denominados popularmente “voladores”, para acompañar procesiones, junto al repique de campanas y los gritos de vítores, como reseña el sacerdote Francisco Martínez de Fuentes en su libro “Usos, costumbres y fiestas de Gran Canaria en el siglo XVIII”. También desde antiguo se utilizan como elementos fundamentales de un tiempo festivo o conmemorativo las denominadas “luminarias”, con las que se engalanaban plazas y edificios principales. La “iluminación general” ha sido recogida por historiadores y cronistas en muy diversos tiempos y eventos como una de las costumbres más arraigadas, tanto que, llegada la electricidad, surgió la tradición, hoy en desuso, de llenar de bombillas los contornos de balcones, ventanas y la misma silueta de los edificios principales, e incluso eran muchos los edificios particulares que también colocaban pequeñas ristras de bombillas en sus ventanas y balcones.
San Lorenzo no sólo recoge y potencia esa tradición del uso de luminarias y voladores como elemento consustancial a las celebraciones festivas insulares, pues ya las primeras crónicas y, más tarde, las primeras informaciones periodísticas, hablan de los “afamados fuegos de San Lorenzo”, a los que cada víspera del 10 de agosto acudían muchísimas personas de todas las localidades cercanas para disfrutar de ellos, sino que los transforma sustancialmente en su forma y en su significado. A la exhibición pirotécnica se le da una forma nueva y singular, única en el ámbito isleño, y la instituye además en representación de ese otro elemento de identidad canaria como son los volcanes, de los que surgen las islas. Se aúnan costumbres y tradiciones de muy distinta naturaleza, a las que tampoco son ajenas las del fuego del martirio de su Patrón San Lorenzo, y surge una nueva y original tradición, la del volcán de fuegos en el que se envuelve el pueblo cada medianoche víspera de su Fiesta Mayor. Todo un elemento festivo con el que no sólo se identifica esta localidad, sino toda la isla de Gran canaria que, en la actualidad, acude de forma masiva para contemplar y disfrutar de un elemento tradicional instituido en uno de los símbolos festivos del estío grancanario, lo que ha hecho que, desde hace ya varias décadas, sean también muchísimas personas foráneas, que pasan sus días de asueto en la isla, las que acudan a estas fiestas y tanto a sus fuegos, como al día siguiente a su feria de ganado, procesión y otros divertimentos que se preparan cada año…”
Una distinción debe ocupar un lugar principal en estas Fiestas de San Lorenzo 2022, algo que se refleja ya en el magnífico cartel anunciador, obra de un gran artista y diseñador, Daniel Rivero Suárez, que ha presentado su obra con unas sabias y acertadas reflexiones que me atrevo a recordar en este pregón, sobre todo cuando señala como “…el pueblo de San Lorenzo destaca, no solo por su peculiar enclave entre montañas blanquecinas, con sus charcas y arboledas, sino también por el arraigo y sentimiento de pertenencia de sus gentes a un entorno que brilla aún más cada mes de agosto», a lo que añade que añade como «…sus fuegos, declarados recientemente como Fiesta de Interés Turístico de Canarias, nacen de esta lucha por mantener las tradiciones y la comunidad festiva, esencia de un cartel que refleja cómo el pueblo es acogido por la figura del santo patrón, cuyo nimbo se convierte en fuego artificial…»
Por todo ello queridas amigas y amigos, queridas convecinas y convecinos de San Lorenzo, si la alegría será una realidad que distinguirá a este Pueblo en los días de sus Fiestas, también lo es que no desaparecerán de repente todos los retos, necesidades, proyectos, desafíos, requerimientos que conforman nuestra verdadera realidad cotidiana. Ese pequeño halo de desesperanza que, en ciertos momentos, pueden atragantarnos nuestro día a día. Pero frente a ello, con la fuerza indomable que este querido lugar y sus gentes ha demostrado tener siglo tras siglo para avanzar por sí mismos, deberemos apostar por buscar las soluciones posibles, efectivas, en los plazos más razonables y con todos los medios a nuestro alcance, que es, al menos, por lo que esta concejala que les habla, ahora como pregonera muy emocionada, ha apostado desde el primer día de su trabajo en este gran e histórico Distrito de la capital grancanaria. Pero por ello considero también que la fiesta y la alegría es un elemento imprescindible en ese camino de progreso que se busca y por el que se trabaja.
Como ya se ha sustentado reiteradamente, no se trata de ocultar los problemas, de esconder por unos días las necesidades y las exigencias sociales más legítimas. Se trata de recargar los pulmones de nuestro sentido común con el aire fresco que emana de la alegría, de la convivencia, del compartir festivo, para, una vez acabadas las Fiestas y con otros ojos, ser capaces de afrontar todos los retos con nuevos bríos, con un renovado sentido de la coexistencia y la solidaridad vecinal.
Es por ello que, desde la tribuna pregonera que esta noche me enorgullezco de poder ocupar, llamo a la fiesta a todo el vecindario casi como un deber ciudadano, como una necesidad imperiosa para reforzar el devenir de esta comunidad, de la que nadie queda nunca fuera y que, con entusiasmo de siglos, llamamos a voz en grito de alegrías ¡San Lorenzo!
Y en esas alegrías no deja nunca de brotar un espontáneo cantar:
Las lágrimas de San Lorenzo,
polvo de estrellas brillantes,
son aquí rutilantes destellos
de fuegos de mil colores.
Al verte de tarde en tarde
y en las noches estrelladas,
cuando los sueños invocan serenatas,
tus lágrimas arden en un volcán encantado,
con un chisporrotear plateado
que por el firmamento se expande.
San Lorenzo vibra en exultantes versos,
que son sus Fiestas un sonoro cantar
del alma de un Pueblo que junto a él
quiere procesionar.
Entiendo ahora que Gonzalo de Berceo, en su clásico cantar lorentino, exalte al santo y a todo lo que refiere, pues
“En el glorioso nombre del Rey Omnipotente
que hace nacer el sol y la luna en oriente,
de San Lorenzo quiero, su martirio inclemente,
contar en lengua fácil para toda la gente…”
Y que en esta noche pregonera
la luna, que ha querido ser farola
que ilumina tu parroquia, no se sorprenda
que la plaza este llena y tú estés tan sólo.
Cantarte a ti, San Lorenzo, es cantarle a tu Pueblo,
que no hay uno sin otro, ni se entiende razón que los desuna,
que aquí nunca se ha dejado
ni se ha olvidado de exaltar
al Santo, a la plaza, al pueblo,
todo metido en un mismo pregonar.
Vecinas y vecinos, amigas y amigos, que, cuando San Lorenzo salga de su señorial y antiguo templo parroquial el próximo 10 de agosto, que cuando recorra en procesión las calles de su querido Pueblo, encuentre una comunidad vecinal mucho más unida, más feliz, más dispuesta a continuar trabajando por ella y solidariamente con todos los distritos de Las Palmas de Gran Canaria y con todos los pueblos de Gran Canaria, para que su vida cotidiana siga siendo ese mensaje de amor y de paz, de esfuerzo y de progreso que siempre la ha señalado.
Así que, dichas estas palabras pregoneras permítanme proclamar a todos los aires de este hermoso valle, y háganlo ustedes conmigo, que ¡las Fiestas del pueblo de San Lorenzo 2022 han comenzado! que se abran ya sus puertas y que la alegría inunde sus calles y su plaza mayor.
¡¡¡Viva San Lorenzo!!!
Dña. Mercedes Sanz Dorta
Concejala del Área de Gobierno de Coordinación Territorial y
Concejala Presidenta del Distrito Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya.