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Pregón 2013: Carmen Fátima Santana

Por Dña. Carmen Fátima Santana Hernández

Pregón Fiestas San Lorenzo 2013.

Jueves 1 de agosto de 2013
    Distinguidas Autoridades, Señor Párroco, Pregoneros, Hijos y Vecinos Predilectos de nuestro Pueblo, Señor Presidente de la Asociación de Vecinos “Lugar de Lugarejo”, Señora Presidenta de la Comisión de Fiestas, miembros de la misma y colaboradores, Presidentes de las Asociaciones de Vecinos aquí presentes, medios de comunicación, vecinos, amigos de San Lorenzo, público en general:

    Deseo darles la bienvenida y expresar mi gratitud por el honor que supone para mí ser la Pregonera de las Fiestas de San Lorenzo 2013.

    Constituye todo un privilegio hacerlo, además, ante un público tan entrañable como es mi gente, mis vecinos y amigos.

    He de reconocer, que tras el miedo y la sorpresa que conlleva esta responsabilidad, aflora la ilusión, el cariño, la alegría y el respeto que siento por mí querido pueblo.

    Como asidua asistente a los pregones de estas fiestas, puedo dar fe que muchos han sido elaborados por expertos en la materia, en todos se ha resaltado los más destacado de la historia, costumbres, economía, naturaleza, patrimonio, personalidades y actos festivos.

    Unos, se han centrado en la figura histórica de nuestro Santo Patrón. Lorenzo, cuyo nombre significa “Coronado de Laurel”, es el más célebre de los mártires de la persecución de Valeriano. Diácono del Papa Sixto II, muere el 10 de Agosto del año 258, en el más horrendo de los martirios, por defender sus creencias, por hacer entender a los más poderosos que el verdadero tesoro reside en la caridad cristiana, en el servicio y en el amor al prójimo. Fue quemado vivo en una parrilla, instrumento que ha venido a ser el distintivo del Santo.

    También Nuestra Señora del Buen Suceso, Copatrona de San Lorenzo, que ha despertado entre los fieles una gran veneración. Su imagen fue traída desde Fuerteventura, por Doña Catalina de Armas Marichal, hacia el año 1652. El día 15 de Agosto se celebra su solemne Función Religiosa. Otros, han hablado sobre la memoria histórica del Municipio de San Lorenzo, y sin temor a caer en la reiteración, no quiero dejar pasar esta oportunidad, sin dedicar unas palabras a la anexión del Municipio de San Lorenzo, al de Las Palmas de Gran Canaria.

    Aconteció en el año 1939, cuando se produjo la pérdida de una independencia, ganada con esfuerzo y tesón, hecho que ya forma parte de las crónicas de este extinto Municipio.

    Formamos parte de la historia de Gran Canaria, y es nuestra obligación mantener vivo el recuerdo de lo que fuimos y defenderlo con orgullo, “San Lorenzo existe”, y existe por méritos propios, pues con casi dos siglos siendo Municipio nos da derecho a ello.

    Anecdóticamente, les contaré que este año se celebra el Centenario de la Aviación en Canarias, hecho que se recoge en la Obra “Centenario de La Aviación en Canarias 1913- 2013”, coordinada por Don José Antonio Luján Henríquez. En relación a ello, comentaba con Don Santos López que si el primer vuelo en Canarias se realizó desde un campo de aviación en los llanos de Guanarteme, el 30 de abril de 1913, es evidente, que en realidad partió desde el Municipio de San Lorenzo.

    Sin embargo, este hecho como otros tantos se siguen obviando, y me pregunto ¿Es que cuando se anexionó el municipio de San Lorenzo en realidad también se quiso borrar la huella de su historia?

    Somos un pueblo, en años pasados, tradicionalmente agrícola, un trocito de campo dentro de la ciudad, con una belleza paisajística singular, que debemos cuidar para que no pierda este ambiente rural así como sus tradiciones y costumbres.

    Atendamos los estanques que construyeron nuestros antepasados siguiendo el cauce del barranco, los campos que hoy en día vuelven a ver el verdor de antes, cultivándose con esmero, colaborando al desarrollo de nuestro “Mercado del Agricultor” que tanto auge y acierto ha tenido en nuestro Pueblo.

    En esta, mi intervención, deseo transmitirles mis vivencias y experiencias de lo que ha sido la vida en este precioso lugar, una visión muy personal con la que espero que muchos recuerden bonitos aspectos del pasado, mientras que los más jóvenes y/o “foráneos”, entiendan la idiosincrasia de un Pueblo que hoy se mantiene fiel a sus raíces y orígenes.

    Me considero muy afortunada al haber nacido en este Pueblo, más aún de ser testigo de su historia más reciente, que es a la vez mi historia, pues mi vida ha transcurrido en este maravilloso valle al amparo de nuestro querido San Lorenzo y Nuestra Señora del Buen Suceso.

    Trasladémonos por un momento a la década de los años 60…. Esta plaza estaba al abrigo de los laureles de indias y araucarias, rodeada de fincas de plataneras, y con su pequeña fuente en el centro, representaba el lugar donde se desarrollaba la actividad fundamental del Pueblo.

    A mi izquierda, se situaba La Escuela Unitaria de Niñas, donde estuvo ubicado el antiguo Ayuntamiento de San Lorenzo. En esa escuela la Señorita Isabel Sánchez me enseñó las primeras letras; y la escuela de niños se ubicaba en la C/ Marqués del Muni.

    En Mayo, mes de las flores, celebrábamos con gran devoción las novenas a la Virgen de Fátima, con sus enrames diarios, tras de sí llegaban las comuniones que representaban el primer acontecimiento importante en nuestra infancia. El párroco, Don Miguel Arencibia Gil, impartía la catequesis ¿Quién no recuerda su singular mirar por encima de sus gafas, y su entrañable carácter bonachón?

    En la mañana en la que se recibía el Sacramento, la parroquia, ofrecía a los niños una gran chocolatada, en La Plaza, organizada por Dña. Juana Arencibia Gil y todas las jovencitas del pueblo.

    Finalizado el período escolar, el bachillerato se estudiaba en Las Palmas, al cual acudíamos en el “coche de hora”, que nos recogía en la parada ubicada en la “tienda de Barrera”, establecimiento donde se centraba la mayor actividad comercial del Pueblo: disponía de teléfono, surtidor de gasolina manual, despacho de víveres de todo tipo, es decir, representaba lo que hoy llamamos “Supermercado”.

    Aquellos primeros coches de hora, de AICASA, que conducían Juanito Jiménez García o Juan Isaac Suárez Martel, con el cobrador José Pereira, “Pepe el Cobrador”, no disponían de ventanas con cristales, sino de rudimentarias lonas, a través de las que se colaba el frío mañanero.

    La celebración del día de San Antonio, en el mes de junio, llegaba con mucha ilusión, especialmente para las solteras, “a ver si les conseguía un novio”. Se organizaban en aquel entonces, festividades tanto religiosas como populares, destacando sobre todo, los denominados “Bailes de la Juventud”.

    Continuaban estas festividades, para el mes de Julio, en los Altos de San Lorenzo, celebrando las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, seguidas con mucho fervor y cariño por todos los hijos de este Pueblo.

    Aquel camino duro, de tierra, y dificultoso, se hacía de una forma más cómoda en los camiones de Alfonsito García o Manolito Jiménez, entre otros. Era costumbre que la familia se llevaran el almuerzo para compartirlo a la sombra de los árboles que crecían desde la Iglesia hasta el Espigón.

    Carentes de centros comerciales y de ocio, y sin las facilidades de hoy en día para desplazarnos hasta la capital, los puntos de encuentro vecinal eran la Zapatería de Maestro Vicente, donde al mismo tiempo de arreglar nuestro maltrecho calzado, se comentaban las novedades del momento; también La Barbería de Antoñito y Lorencito Cárdenes, donde además de afeitar y cortar el pelo, los podíamos ver diariamente con su cajita metálica en la que portaban la jeringa y aguja para pinchar a quien hiciera falta. Bajando el Callejón del Pilar, donde se ubicaba el único punto de agua potable del pueblo, nos encontrábamos con la Carnicería de Don Antonio Pulido.

    Y en la Calle Licenciado Pedro Mederos se situaba el taller de costura de las hermanas Lolita y Marinita Santana Suárez, donde las jóvenes aprendían el oficio, llegando la fama de su labor a todos los rincones de las islas.

    Nuestra adolescencia se desarrollaba plácidamente en el pueblo. Formábamos como una gran familia, una comunidad vecinal sustentada en la confianza y el buen hacer, hasta tal punto que las puertas de todas las casas permanecían abiertas hasta última hora de la tarde.

    El timbre, se transformaba en un “¿se puede?” que se susurraba en el zaguán, antes de entrar a casa de la vecina, en mi caso, a casa de mi tía Rosario, o a la de Frasquita, bien a la de Micaelita o a la de Chuchita, a casa de Pinito Jiménez o a la de Guillerminita y a la de las Hermanas Sayito, Fefa y Lola.

    Eran muy famosos y concurridos, los partidos de fútbol que se celebraban en el solar situado donde hoy se levanta el Colegio de San Lorenzo. Este evento propició que muchos de los jóvenes que acudían a jugar, se fijasen en las jóvenes bellezas de San Lorenzo, hecho que favoreció la celebración de diversas bodas.

    Íbamos de excursión a merendar a la Mina, situada en el Cortijo, también, subíamos a la desaparecida Montaña del Castillejo, donde hoy se ubica la Cantera, en busca de helechos y veroles para adornar nuestros portales de Belén.

    Acudíamos al Cine en el Salón Parroquial y organizábamos guateques en nuestras propias casas.

    El punto de encuentro por excelencia era la casa de mi tía Pino Hernández, La Medianera. Si, han escuchado bien, la Medianera, y es que constituyen una señal de identidad de nuestro pueblo, los “sobrenombres o apodos”, heredados a través de muchas generaciones, y que eran utilizados para diferenciar a las familias o a los vecinos. En mi caso, los Medianeros, pero los hay Reyes y Reinas, Verbenas y Timbombas, también Bichos, Gatos y Canarios, y así una larga lista, que cariñosamente han marcado nuestras vidas.

    El carácter jovial y servicial de mi tía, invitaba a toda la juventud a reunirnos en su casa, allí, entre otras cosas, celebrábamos los carnavales, casi prohibidos en aquella época. Mi prima Elsa abría los roperos y sacaba disfraces para todos y Pinito se encargaba de hacer sus exquisitas tortillas de carnaval.

    Recuerdo con cariño a mi amiga y vecina Tere García Suárez, la cual era todo un personaje, y es que por carnavales, año tras año, sacaba la misma gabardina y la misma maleta, y así disfrazada, recorría el pueblo de una punta a la otra. También, al grupo de niños, que ataviados generalmente con ropa de mayores, y con un cesto en la mano tocaban de puerta en puerta diciendo “¿me da un huevito?”

    En pleno verano, y con el comienzo del mes de agosto, las Fiestas de San Lorenzo rompían con la tranquilidad que se respiraba en la Plaza, trayendo el “bullicio”, la alegría, el regocijo, el disfrutar con las distintas actividades que se preparaban para tal fin.

   Quien no recuerda a “Pepe Cañadulce”, encargado de anunciar el comienzo de las fiestas, con su tambor y acompañado por los papahuevos y los niños del pueblo.

    Los Partidos de fútbol entre solteras y casadas, las tómbolas, las gymkhanas, las verbenas y las carreras de cintas, fueron, entre otras, las actividades más divertidas de estos Festejos.

    Pero sin lugar a dudas, los actos más importantes se centraban en la Función Religiosa, realzada por el Coro Parroquial de San Lorenzo, La Procesión del Santo Patrón, la Feria de Ganado y como no, el espectáculo de Fuegos de Artificio, que tenían lugar en la noche de la víspera del Día Mayor.

    Esos días en los que el jolgorio se unía con la solemnidad de tan grande celebración, representaba la unidad familiar, la convivencia con los vecinos de otros pueblos y el reencuentro con esos amigos que solo vemos una vez, de año en año, sin dejar de recordar a los que ya no estaban con nosotros.

    Formaba, parte de nuestra “cultura popular” estrenar vestido y zapatos para el Día Mayor, el Día de San Lorenzo, para asistir a la Función Religiosa y a la Procesión de Nuestro Santo Patrón, por las calles aledañas a la Iglesia, tradición que aún sigue viva en nuestro Pueblo.

    Tras éstas pinceladas sobre mis recuerdos del pasado, deseo mostrarles a través de mis experiencias, la historia más reciente de este Pueblo, hechos relevantes, que a mi juicio, han redundado en una mejora de la calidad de vida de la colectividad.

    La reivindicación de los vecinos ante la actividad insalubre, molesta e ilegal, de la Cantera, situada en El Cortijo, constituyó el inicio del movimiento vecinal. Nos unió un objetivo común, como era iniciar todos los procedimientos necesarios para denunciar dicha actividad ante todos los organismos públicos competentes, por lo que tuvimos que actualizar la que era la asociación de “Cabezas de Familia” existente, en Asociación de Vecinos, llamada “Lugar de Lugarejo” de San Lorenzo; denominación tomada del nombre inicial de este Pueblo.

    La colaboración de Toño y Paqui, maestros del Colegio de San Lorenzo, y vecinos de este pueblo durante muchos años, fue fundamental en estos inicios.

    El primer presidente de la Asociación de Vecinos fue Don Juan José Guzmán de León, que en paz descanse, pionero en presentar la Junta Directiva formada por hombres y además por mujeres, en un Pueblo, tradicionalmente machista.

    Formé parte de ésta durante muchos años, como vocal, Vicepresidenta y Presidenta, siendo representante de la Asociación de Vecinos “Lugar de Lugarejo” en La Federación de Asociaciones de Vecinos Las Medianías y El Real de Las Palmas.

    Y hablando del movimiento vecinal, quiero aprovechar la ocasión para recordar a quienes, asumieron un papel importante en este sentido, hoy ya desaparecidos, como son, el anteriormente mencionado Don José Juan Guzmán de León, Don José Julio Cabrera, Don Agustín García, y mi querida amiga, Dña. Teresa Talavera Talavera, quienes con su desinteresada colaboración, contribuyeron al desarrollo, no solo de este pueblo, sino del que hoy en día conocemos como Distrito Tamareceite-San Lorenzo-Tenoya.

    Muchos fueron los logros conseguidos por esta Asociación para el Pueblo de San Lorenzo, en aras de mejorar la calidad de vida de los vecinos, ya no sólo en infraestructuras, sino también en transportes. Otros, continúan pendientes de solución como es el de la Cantera de El Cortijo. Y llegados a este punto, déjenme comentarles lo que para mí significa un retroceso:

    Me refiero a la línea 46, una línea directa del servicio de guaguas municipales, Santa Catalina – San Lorenzo, que fue puesta en funcionamiento, en Febrero de 2003, en colaboración con la Concejalía de Distrito Tamaraceite – San Lorenzo, Concejalía de Transporte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo de Gran Canaria (autoridad única de transporte).

    Este hecho vino a reconocer desde el ente municipal, la igualdad de derechos que tenemos todos los ciudadanos de este municipio, al beneficio de los servicios públicos municipales.

    Línea, que después de diez años de andadura, ha quedado reducida, tras la reciente remodelación del servicio, a una incómoda trayectoria circular Tamaraceite, San Lorenzo, Siete Palmas, obligándonos a realizar molestos y cansinos transbordos.

    Aprovecho el momento que me ofrece este pregón y siendo fiel a mis principios reivindicativos, para solicitarles a las autoridades, pertinentes, el compromiso de reconsiderar esta remodelación, instaurando de nuevo la línea tal y como se diseñó en un principio.

    A través de la Directiva de la Asociación de Vecinos, entré a formar parte, como responsable de la Comisión de Fiestas, durante casi una década.

   Permítanme hacer un breve recuerdo a todos los presidentes y colaboradores, de las diversas Comisiones de Fiestas, que con su labor, esfuerzo y tesón, hicieron y hacen posible que estas Fiestas permanezcan vivas a lo largo de todos estos años.

    En especial a Don Antonio Martel Rodríguez, el más carismático de todos, quien jamás se cansó de proclamar a los cuatro vientos aquello de “VIVA SAN LORENZO BENDITO”.

    Fue durante su presidencia, en el año 1990, cuando el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, reconoció, en acuerdo plenario, las Fiestas de San Lorenzo, como Fiestas de la Ciudad. A partir de entonces, colabora y realza las mismas. De hecho, esto era una antigua deuda que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tenía con el de San Lorenzo pues en el documento de anexión existían unos acuerdos, entre otros, de ayudar a las fiestas, pero esta ayuda era muy poco significativa.

    También, a Don Lorenzo Suárez Rivero, “Lorencín”, insigne colaborador de nuestras Fiestas.

    A Don Antonio Arencibia Villegas, autor de muchas de las portadas de nuestro programa, a Don Lorenzo Martel Moreno, primer pregonero y además, quien se encargaba de elaborar los saludas en nombre de la Comisión de Fiestas durante años, a Don Oscar Gutiérrez, y a Don Santiago Marrero Sosa, entre otros.

    Desde el comienzo del año, como tradicionalmente se hacía y se hace, nos reuníamos para planificar y elaborar el programa de fiestas, con la ilusión de agradar a todos los colectivos y superarnos año tras año.

    Suponía una convivencia casi diaria, niños, jóvenes y adultos, formábamos una familia con un objetivo común: hacer que las Fiestas Patronales de San Lorenzo, llegasen a todos los rincones de la Isla.

    Finalizadas las fiestas de La Milagrosa, se comenzaban a engalanar las calles y aledaños de la plaza con banderas y guirnaldas de bombillos.

    Don Lorenzo Suárez Rivero, nuestro querido “Lorencin”, era el encargado de coordinar y dirigir a los numerosos voluntarios que se prestaban para hacer dichas tareas.

    Una vez terminada ésta, la labor siguiente consistía en organizar la planificación de las tracas de voladores para todos los Festejos. La Comisión de Fiestas, capitaneada por Lorencín, visitábamos a los pirotécnicos de costumbre, Don Ramón Martel Dávila o Don Francisco Dávila León, éste último tristemente desaparecido junto a su hijo Pablo Dávila Sánchez, en un desafortunado accidente.

    Gratos recuerdos son los que invaden mi memoria en estos momentos, la ilusión que transmitía Lorencín unida a la confianza y profesionalidad de D. Ramón Martel Dávila, conocido cariñosamente como “Ramoncito”, Director y Fundador de la Pirotecnia San Miguel, se fundían, cada 9 de agosto, en el que sigue siendo el mayor espectáculo pirotécnico de la Isla, para homenajear a nuestro Santo Patrón.

    El colorido y esplendor de las grandes carcasas que dibujaban en el cielo todo tipo de figuras, daban paso al volcán, miles de voladores inundaban al unísono el cielo, consiguiendo por unos instantes que la noche se tornase en día, y que el reflejo de San Lorenzo brillase en nuestras pupilas.

    Ante la sentida pérdida de Lorencín, que con toda seguridad, nos mira cada año desde algún rinconcito del cielo, Don Rafael García García asumió el testigo, “el Capitán”, como cariñosamente le decimos, cuida celosamente que todo esté a punto para el gran momento.

    Como ayer y hoy, con la llegada del día primero de agosto, el repique de campanas y la primera traca de voladores, hacen latir, el corazón de todos los sanlorenceros, mientras que el olor a pólvora impregna el pueblo, anunciando que ya dan comienzo los días de jolgorio y celebración. Tras la lectura del pregón, la Gala de Elección de La Reina de las Fiestas, dirigida por Don Juan Suárez Rodríguez, abría el programa de actos. Teniendo cabida también en el desarrollo de éstos, Galas de todo tipo, de la Gran Dama, de la Reina Infantil y la más divertida y transgresora, la Gala de la Drag Queen.

    Tras el espectáculo pirotécnico, y la Solemne Función de Nuestro Santo Patrón San Lorenzo, la salida a la plaza de la imagen del Santo, años tras año, hacen brotar lágrimas de emoción y el fervor se hace palpable en el ambiente.

    A su paso por las calles del Pueblo, es parada obligatoria la que se realiza para disfrutar del desfile de los animales galardonados en la Feria de Ganado; Feria única en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, que aún continua celebrándose.

    Transcurrían quince días mágicos que finalizaban con el sancocho popular y la verbena del solajero, novedosa introducción de Don Rafael García.

    Durante todos estos años me he sentido muy dichosa de haber podido trabajar tanto, en la Asociación de Vecinos, como en la Comisión de Fiestas, contando siempre con el apoyo y colaboración de las autoridades y miembros de la función publica de los distintos organismos públicos.

    Asimismo, de haber podido contar con la colaboración y el cariño de los miembros de las juntas directivas que presidí, así como el importante grupo de amigos y colaboradores, que hicieron posible el buen desarrollo de las numerosas tareas que conlleva la realización de estos festejos. Y es que detrás de toda esta celebración hay muchas horas de trabajo, de quehaceres, de responsabilidad y de nervios, por intentar superarnos año tras año.

    Vecinos, amigos, como pregonera, a partir de este momento, les invito, en nombre de la Comisión de Fiestas, a participar en todos los actos que se han programado al efecto.

    Tanto en los religiosos, como en los culturales y populares.

    Dentro de los actos religiosos y culturales, les invito a la Función Religiosa el día 10, a participar de las Séptimas Jornadas de Historia y Sociedad de San Lorenzo; de la segunda Muestra del Taller de Pintura de Dña. Ana Gracia Álvarez y de la Conferencia “San Lorenzo: Un recorrido a lo largo del tiempo”, de Don Juan Francisco Santana Domínguez.

    (Fuera de Programa)

    Además, a la exposición de Disfraces, “Sueños y Fantasía Hechas realidad”, dirigida por Don Juan Suárez Rodríguez, hijo de este pueblo y gran colaborador de sus fiestas patronales, entre otros.

    Entre los populares, entre otros, les animo a disfrutar y ser muy generosos en la Romería-Ofrenda; al Memorial Antonio Martel Rodríguez-Lorenzo Suárez Rivero el día 8, al Espectáculo Pirotécnico el día 9, al Homenaje a la Madre Mayor, Doña Marina Santana Suárez, y con especial ilusión y cariño, al nombramiento, este año, como vecinos predilectos a Fefita y a Jorge, personas que han trabajado durante muchos años, desinteresadamente para este Pueblo.

    Combinar la tradición con la modernidad es la más sabia aspiración que puede anhelar el hombre. Es necesario regresar de cuando en cuando a la placidez de un pasado que tuvo cosas buenas y perpetuarlas en nuestros descendientes.

    Disfrutemos pues de vivir y convivir en este plácido valle, que se resiste a perder su idiosincrasia de “Pueblo”, de la cual nos sentimos tremendamente orgullosos

    He pretendido que el pregón resultara ameno, pero sin caer en el cansancio de una larga oratoria, si lo he logrado, me doy por satisfecha.

    De nuevo les doy, una vez más, la bienvenida a todos. Muchas Gracias y Felices Fiestas,

    ¡¡Viva San Lorenzo Bendito!!

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